El Camino de los 7 lagos es un paso sistemáticamente asociado en Argentina con las ciudades de San Carlos de Bariloche, Villa La Angostura y San Martín de los Andes.

El Camino es, de hecho, una sección de la ruta nacional 234, que conecta Villa La Angostura con San Martín de los Andes, con un largo 107 km en los casi 200 que conectan Bariloche con San Martín.

Pensé hacer el trayecto a dedo, pero como es el fin del verano y mi tiempo es limitado, abandoné esa idea. Parece que hay tours que ofrecen este recorrido para hacer una visita apresurada y donde dependemos mucho de los otros), así que finalmente alquilé un auto con mis compañeros de cuarto del hostal y decidimos dedicar un día para descubrir lo que ofrece la naturaleza en este mítico camino.

Desde Bariloche, hay que tomar la Ruta Nacional 40 hacia el norte y manejar aproximadamente 1:15 horas para llegar a Villa La Angostura y al Parque Nacional Nahuel Huapi, y luego iniciar la ruta de 7 lagos hacia San Martín de los Andes.

Aquí es donde se suceden los lagos Espejo, Corrientoso, Escondido, Villarino, Falkner, Machónico y Lácar. Cada cartel refiere también a la Cascada Vuliñanco, El Arroyo Partido y El Valle del Arroyo Pil Pil.

Pero eso no se acaba allí, el camino se bifurca en otros accesos secundarios con lagos y lagunas. Además, en este camino, encontramos un de los lugares que más nos gustaron y para el cual no vimos ninguna indicación para llegar en todo el camino.

Nuestra preferencia es por los primeros lagos visitados, especialmente los lagos Espejo, Correntoso, y Vallarino, y el último lago Lácar a la entrada de San Martín de los Andes.

Este es el resultado… 🙂

Lago Espejo

 

Lago Correntoso

 

Lago Vallarino

 

Lago Lácar

 

Siguió una cierta monotonía en los paisajes y, por lo tanto, una sensación de hastío. Este sentimiento también puede deberse al hecho de que mis amigos y yo hemos visto otros lagos y lagunas de extrema belleza en otros lugares.

Sin embargo, algunos lagos están ubicados en áreas remotas, con flora y fauna distinta, aunque no hemos tenido la oportunidad de observarla.

Por ejemplo, el bosque que oculta el lago escondido alberga al Pudú, el venado más pequeño del mundo, ¡cuya altura no supera los 40 cm!

Foto de un Pudú, que pena que vive escondido en el bosque!

 

La Cascada Vuliñanco también su nombre en el “dialecto Mapuche” del de un pájaro, el Ñuanco. Este raptor es un muy buen cazador que se alimenta de reptiles, aves pequeñas, roedores y anfibios. Cuentan los pobladores de la zona que hay que observar cómo se posa el ñuanco: si da la espalda ese día mejor no salir de la casa; y si da el pecho de frente, todo va salir bien.

 

Tuvimos la suerte de tener un hermoso día soleado para hacer esta visita. Tal vez en invierno, la nieve ofrecería más variedad.

Afortunadamente, las bebidas en San Martín de los Andes, eran muy frescas, ¡lo suficiente como para olvidar un poco el sol que pegaba muy fuerte todo el día! 🙂

 

Conclusión

Para resumir, el día con Antoine y David fue muy agradable, conducir en la legendaria Ruta 40 también 🙂

En cuanto a los lagos, nos ofrecieron hermosos paisajes. El hecho de que un mismo camino de cien kilómetros ofrezca tanta riqueza natural sigue siendo excepcional en sí mismo.

¡Hacer los 7 lagos no me parece una “obligación” en sí misma, pero volvería para verlos bajo la nieve! 🙂

Pura Vida!

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