Mi viaje continúa a través de Argentina y aterrizo ahora a Mendoza, ciudad tradicionalmente conocida por su vino que compite con nuestro vino francés y en donde el Malbec es un orgullo regional.

Debería haberme quedado 3 días aquí, pero la simpatía de Diego -mi anfitrión couchsurfing-, la atmósfera agradable y la buena onda que reinan en esta ciudad hicieron extender mi estancia y me impregné totalmente de su encanto!

Mendoza es mucho más que una ” fábrica de vino,” esta ciudad es simplemente una referencia al nivel histórico, arquitectural y cultural en Argentina!

 

Empecemos con un poco de historia

Mendoza fue fundada el 2 de marzo 1.561 por un capitán español, Pedro del Castillo, en la plaza que tiene actualmente su nombre.

Exactamente 3 siglos más tarde, en 1.861, la ciudad fue devastada por un potente terremoto que la destruyó casi completamente. La ciudad está basada  sobre una zona sísmica.

Mendoza fue pensada de nuevo en 1.863 gracias a un topógrafo francés, Jules Balloffet, cuya obra duró  30 años.

La ciudad está ornamentada con árboles por todos los lados. De hecho, son aproximadamente 100.000, igualmente repartidos entre el centro de la ciudad y el Parque General San Martín (más de 500 especies). Así que Mendoza es una ciudad bosque.

Mendoza está situada en la región de la más sísmica de Argentina. La ciudad se adaptó con las técnicas de construcción adecuadas, y con la destrucción de algunos edificios antiguos para reemplazarlos con nuevos edificios más sólidos.

 

El vino, una cultura convertida en adoración

Aaaahh Mendoza y el vino, una antigua historia de amor que dura!

Y esta historia tiene su origen y durabilidad gracias a la ancestral herencia huarpe.

La producción de vino requiere de 600 mm de lluvia por año para regar correctamente los viñedos y asegurar una buena cosecha.

Pero la ciudad es un desierto, donde las precipitaciones son del orden de 200 mm anuales!

Los Huarpes, unos antiguos pueblos indígnenos introdujeron las acequias (una palabra de origen árabe – السّاقية), un sistema de canales en todas las calles para llevar el agua de la nieve que caía sobre las montañas.

Estas acequias permiten ahora de regar los miles de árboles, las charcas, las grandes plantaciones vitivinícolas, etc.

En la ciudad, también se usan para drenar el agua proveniente de las ocasionales pero fuertes lluvias estivales.

 

Las personas acostumbradas a los buenos vinos franceses, españoles, y tunecinos, no estarán decepcionadas!

Entrada a la ruta del vino, muy agradable con la bici (¡Cuidado de no conducir ebrio en el camino de regreso!)

En Mendoza hay más de 1,000 bodegas, tan lindas unas como las otras. He visitado tres, pero volveré con mucho gusto para ver las otras! 😀

Las cepas son variadas: Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot, Pinot Noir, y por supuesto el Malbec!

Fundada en 1861, la Bodega Di Tommaso es la bodega más antigua de Mendoza

 


Fundada en 1869, La Bodega López todavía es propiedad de la familia López y produce alrededor de 15 millones de botellas de vino cada año

A Mendoza se produce mucho Malbec, y un buen Malbec!!

Sin embargo, mi descubrimiento fue el Cabernet Franc, una cepa con un nombre francés de la cual ignoraba la existencia, y que acompaña a la perfección su parrilla, gracias Diego!! 🙂

Lo que es agradable, es que la ciudad trata de promover esta cultura del vino con la organización regular de eventos con vino y su degustación.

Ya sean en un bar donde un enólogo describe los vinos que tu pruebas o sobre el techo de la municipalidad con una vista panorámica por toda la ciudad, estos eventos son siempre agradables!

Vista de la ciudad desde la azotea del municipio (8 plantas) durante la degustación de un Malbec

 

Salud… y Pura Vida !! ☺

 

Consejo para tu visita en Mendoza

  • La oficina de turismo ofrece el mapa de la ciudad, información sobre el transporte, pero sobre todo la agenda cultural del mes, aquí puedes encontrar todo lo que necesitas sobre los eventos en la ciudad!

 

  • Hay visitas a pie gratuitas muy buenas, los guías son agradables, solo hay que dar una propina al final (100 AR$- 150 AR$ en general). Una de las visitas propuesta por el municipio termina con una degustación de vinos.

 

  • La entrada a la Bodega López es gratuita, se puede ir en tramway (24 AR$ ida y vuelta en febrero de 2018), comprando y recargando una tarjeta Red Bus Mendoza. A la salida, puedes comprar una o muchas botellas, ¡hay algo para cada gusto y cada presupuesto!

 

  • La entrada al Museo del Vino + La Bodega La Rural cuesta 200 AR$ (8 €), pero esta suma puede ser usada para comprar vino a la salida.

 

  • La ruta del vino está en Maípu, se puede ir con el colectivo 171. Al llegar, es posible alquilar una bicicleta por 150 AR$ (6 €) por día. Alquilé la mía en Mr Hugo’s, a algunos metros de la parada.

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